La Mengambrea

Kung fu

Buen día, banda. Este es un artículo no muy breve y no muy organizado para reportarme presente, contarle algunas cosas y recomendarle una película.¹

Primero, pues la ya tradicional disculpa del bloguero por la falta de actualizaciones. Al menos esta vez no es como si no se lo hubiera advertido. Y es que estos últimos días el tiempo ha sido mi carencia más grave; pero vaya, hoy estoy en posición de hacerle un resumen.

Después del artículo anterior hubo trabajo por hacer, así que ni tiempo de andar de guiri conociendo lugares y haciendo fotos. Para ilustrar este punto, considere la siguiente imagen, intitulada La Ignominia.


Dicho lo cual, y esto ya lo sabrá usted si ha estado prestando atención, hubo tiempo de salir de nuevo con un buen amigo, a ver qué veíamos. Vimos esto, entre otras muchas cosas.


Por cierto, Herel: la foto de los rayos del sol no salió tan bien lograda, ve.


Se veía mucho más lindo estando ahí.

Eh bueno. Cenamos hindú y bebimos cerveza de gummibaya (que sí es una coña pero por mi que se quede el término… vaya, Mort Subite Kriek y Framboise, si hay que ser precisos). Y estuvimos así de enmendar al mundo de una vez por todas.

Luego empezaron las prisas. Vea, tuve qué hacer de manera de terminar los pendientes a tiempo para subirme a un avión a Londres el viernes 21. Llegando respondí a la señora de migración en Gatwick que, contra todo lo que pudiera inferirse de mi pasaporte mexicano y mi nariz quijotesca, realmente no hablo ruso. Luego me encontré con Nittai, hubieron cervezas en un pub, un viaje en tren al City Airport y luego otro a Cambridge.

Al día siguiente volvimos a Londres, para llegar apenas a Spamalot en el Palace Theatre. Altamente recomendable: si este musical se le cruza en su camino, no pierda la oportunidad de verlo.


Toda esa publicidad es 100% cierta. Bueno, no; Hannah Waddingham no es "sensacional". Es que "sensacional" se queda demasiado corto para describirla.

(Eh mire, sí tengo mis quejas… pero son minucias y no queremos fastidiar este cuento con pedantería, ¿verdad?)

Luego cenamos hindú porque ¿porqué cenar otra cosa, si hay hindú cerca? El restorán fue un Rasa en Dering St. (creo), más que excelente. Luego vagamos por el West End hasta que se nos atravesó otro pub… neta no recuerdo dónde. Inmediaciones de Piccadilly Circus. Luego volvimos a Cambridge, se nos murió el payaso en el tren de vuelta pero lo resucitamos en The Regal, megacantina cambridgeana que aparentemente es el pub más grande en el Reino Unido. Hubo más cerveza, risa y baile, hasta que nos echaron a las dos de la mañana. Sí, hay vídeo. No, usted no puede verlo. Encuéntrelo por ahí abajo.

Pero puede ver esto.


Al día siguiente, de vuelta a Madrid a enterarme de que Iberia había sobrevendido mi vuelo. Tuve que esperar hasta la madrugada del martes para regresar a México. Un fastidio, sí; pero quizá le sorprenda saber que con gusto volaría con Iberia de nuevo. Es que lo resolvieron razonablemente bien, incluyendo todos los ajustes de itinerario necesarios, todas mis necesidades vitales en el ínterin (salvo el wifi y el suministro eléctrico, provistos por Kubi Wireless y Starbucks, respectivamente) y, encima de eso, una sustanciosa indemnización en efectivo.

Pero el punto es que la madrugada del lunes la pasé vagando por Madrid de nuevo y el resto del día en Barajas esperando un vuelo a México. Tenga, otras dos fotos de ese día.


Finalmente, a lo que iba. Una de esas noches en Madrid me tocó ver en la tele Kung fu, un filme de Stephen Chow, protagonizado por Stephen Chow y un gran elenco de excelentes actores con nombres impronunciables. La película se asienta con firmeza en el género cinematográfico de pelis de chinos, y es, sin exageración, genial. La cosa más imaginativa, divertida y deliciosa que he visto en años. Es difícil de describir, y no se la voy a contar para no hacer spoilers… pero vea, uno de los carteles reza: "Imagine una película en la que Jackie Chan y Buster Keaton se encuentran con Quentin Tarantino y Bugs Bunny". Le juro por esta que es una descripción absolutamente correcta. Vea las fichas en la IMDb. y la Wikipedia.

Por cierto, le informo que le he encontrado gusto al doblaje al español que hacen en España. Alguna vez alguien me dijo que el doblaje mexicano es el mejor del mundo hispano. Pues pamplinas. La manga, qué. No es cierto. El doblaje español es muy superior; si no por otra cosa, porque dicen "cabrón" e "hijo de puta" cuando hay que decir cabrón e hijo de puta, no "maldito bastardo" y puñetas por el estilo.

Listo, pues este es mi segundo y último reporte de actividades para esta aventura. Y ahora le rogaré que me disculpe el resto de la semana, pues tengo muchísimo trabajo atrasado y algunos compromisos sociales en puerta. Nos leemos el fin de semana o el lunes próximo. Los comentarios se responden ASAPísimo, por supuesto.

Cheers!

Actualización: A petición popular…


1. Sólo recuerde lo que le tengo dicho: nunca, nunca tome recomendaciones de cine del editor de La Mengambrea. Sólo se infligirá dolor si lo hace.

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Madrid

Pues nada, aquí haciéndole una breve actualización gráfica. He hecho como mil fotos y no podría mostrárselas todas aquí, pero le paso esto.


Puerta del Sol, la Plaza Mayor e inmediaciones, salvo esa foto del interior del aeropuerto. Por ahí hay unas de las Fiestas de la Melonera, una feria callejera muy parecida a las mexicanas, salvo por que esta se pone así de españoles. Vea por ejemplo, en la esquina superior derecha, ¡el mejor rock de España! ¡Montana!

Hey, yo qué voy a saber si eso es cierto, así los introdujo el presentador… y Herel y yo creímos escuchar "el mejor blog de España", y volteamos bruscamente. Es neto.

Pero sí son muy buenos, los Montana. Y le cuento también que esa noche le pintamos huevos al PSOE y consumimos en el local de un partido político menos pitero.

Hay también fotos de un bar irlandés en que su amigable editor se puso un pedo respetable, el domingo, con tres pintas de Guinness y una de Cruzcampo. Esto a lo largo de una larga y sabrosa conversación con una doña fascinante. De Franco a Zapatero, pasando por Jorge Negrete… perdí la cuenta de todos los tíos majos y de todos los gilipollas que han de tomar por el culo.

Bueno, pues eso es lo que hay. Esto es la Plaza Mayor, muy distorsionada en un intento de transmitirle la impresión de estar ahí:


No he conseguido gran cosa, yo lo sé. Pero se hace lo que se puede.

Olé.

Etiquetas: personal

De dinero, riqueza y un gato comiendo melón

Ayer leí una noción interesante en un comentario en Slashdot. "El dinero no es riqueza", decía el autor. Es palanca: el dinero sólo determina cómo se distribuye la riqueza. La riqueza es el trabajo de la sociedad, que produce bienes y servicios; cuánto dinero tienes determina el tamaño de la tajada de ese pastel que te corresponde a ti.

Una obviedad económica, supongo.

El contexto es cómo en esta época, en que la información puede distribuírse instantáneamente y en esencia sin costo, uno podría regalar a cada habitante de la Tierra una copia de todo el conocimiento y la cultura que ha producido la humanidad a la fecha. Lo único que nos impide hacer eso son las leyes que rigen las varias formas de "propiedad intelectual". Estas pretenden funcionar como un incentivo para que artistas y artesanos creen obras que en su momento pasarán a ser patrimonio de la sociedad, enriqueciéndonos a todos (note riqueza, no dinero).

Pero ¿no enriquecería más a la sociedad en general que todo mundo tuviera libre acceso a la cultura, para educarse y superarse y todo eso? O en otras palabras, restringir el acceso a la cultura para generar dinero no produce riqueza; produce palanca para la gente que cobra ese dinero. Esto no es un beneficio para la sociedad. Motivar a los creativos a crear produce riqueza; pero esto seguro podría hacerse de una manera menos costosa (en términos de riqueza perdida) para la sociedad en general.

Eh bueno. No estoy seguro de si por ahí hay oculta una idea verdaderamente profunda y relevante. Ya me dirá usted.

Entre tanto, vea, un video de un gato comiendo melón:



Está aquí porque creo que su día será un poco mejor después de ver un gato comiendo melón.

Finalmente, en una nota sin relación: desde mañana mi vida estará sujeta a una programación distinta de la habitual, quizá incompatible con postear aquí. Esto durará poco más de una semana. Trataré de mantenerme en contacto, pero si no me ve hasta el 25, no entre en pánico. Abur.

Vínculos: Fair Use Worth More Than Copyright To Economy, en Slashdot (inglés). Kitten eating melone, en YouTube.

[Foto: Contando Dinheiro, fuente: Jeff Belmonte's photostream en Flickr, copyright © 2004 Jeff Belmonte, algunos derechos reservados, el uso de esta fotografía está permitido bajo los términos de la licencia Attribution 2.0, como la publica Creative Commons.]

Etiquetas: diatribas, internet, mengambrea, personal, sociología, video

Poema

Era noche de viernes y llovía,
la tormenta azotaba las ventanas,
el módem DSL parpadeaba,
yo tecleaba con LEDs por compañía.

Debajo de mis pies había una fiesta,
en el bar de la entrada al edificio.
“Ponchis-ponchis” me retumbaba el piso
carcomiendo lentamente mi paciencia.

Y el Internet Explorer, porquería,
jodía cada función, cada variable…
Gates patán, si te pesco, miserable,
verás si no te rompo las rodillas.

¡Oh! ¡Que la vida del hacker justa fuera!
¡Que hacer Ruby en el browser se pudiera!

Pasó el tiempo, las nubes se vaciaron…
momento de emprender graciosa huída:
a esa hora aparece en la oficina
un muerto por exceso de trabajo.

“A pasar entre los hooligans”, me digo,
“como yuppie con iPod entre cholos…
“Freddie Mercury me guarda, no voy solo,
“y Linus y Cervantes van conmigo.”

Y vea que la salida no fue dura,
lo duro fue llegar a ver mi nave:
un ebrio pendenciero, perro infame,
obsequióme una hermosa abolladura.

¡Oh! ¡Que en la vida del hacker justicia haiga!
¡Que a ese paria se le pudra y se le caiga!

Etiquetas: literatura, personal

Cómo contar con los dedos

Porque contar con los dedos en unario, hasta el triste diez, es un desperdicio atroz de bits…



Esta es la era digital: cuente en binario hasta 1023, no sea anticuado. O hasta 1,048,575, si puede mover los dedos de sus pies por separado (en cuyo caso, por favor háganos una demostración en video, se lo ruego).

[Este código fue probado con Firefox 2 en Linux. Si esto no funciona en su navegador, le agradeceré que me lo cuente en los comentarios. Pause la cuenta para editar el número (dele TAB o ENTER pa' que afiance) o para hacer corrimientos de bits… y por cierto, si consigue dominar los corrimientos con sus propios dedos, será usted mi nuevo héroe.]

Etiquetas: cómo, hacks, informática

Victoria

Así semos está de vuelta, la huelga ha terminado. Esto no es exactamente una noticia fresca, yo sé; pero si usted ya sabía, hágame un favor y finja que apenas se está enterando.


La foto es un obsequio para Jobu. Es una vista de la Avenida Patria de Guadalajara desde la azotea del edificio donde trabajo. No está tan alto, pero sí marea; no le muestro cómo se sube a esa azotea para no causarle una crisis a algún acrofóbico. La cosa amarilla a la izquierda es un prosaico mall. Habría querido usar de fondo el centro histórico, la glorieta de la Minerva o algo más tapatío… pero esta gente del curro no me ha dado tiempo de nada. Al parecer pretenden hacerme trabajar antes de darme dinero. ¿Puede creer tal boludez?

En fin. Siendo este el inicio oficial de la tercera temporada de este blog, permítame un breve anuncio: esta temporada será más irregular que las anteriores. La razón de esto puede resumirse en un consejo para blogueros con autocontrol pobre: nunca, nunca se considere obligado a postear algo. Eso te come vivo. La excepción a esto, claro, es cuando la gente se va a la huelga exigiendo tu regreso. En tal caso, es justificable sentir algo de presión.

Y ahora, dado que es dolorosamente obvio que no tengo nada qué decir y sólo le estoy haciendo perder el tiempo, tenga otras dos fotos de lo mismo (los outtakes).


Ah, una cosa más. Estaré en Madrid la semana del 16. ¿Qué se hace en ese pueblo?

Vínculos: Así semos, por supuesto. Vaya y dígale algo a ese mono. 20°39'10.8" N 103°25'20.5" W en Google Maps.

Etiquetas: mengambrea, personal

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