2006/03/21
Feliz ducentésimo aniversario, Benito JuárezHoy es el cumpleaños número 200 de Benito Juárez.Es costumbre en estas ocasiones hacer una referencia biográfica, de manera que me avocaré a ello, aunque no es mi principal propósito con esta nota. Y lo haré con plena conciencia de que mejores plumas... er, teclados, que el mío, estarán haciendo lo mismo en este día. Juárez fue un indio zapoteco nacido en Guelatao, Oaxaca, México, el 21 de marzo de 1806. A los 12 años de edad se fue a vivir a la capital del estado, sin saber siquiera hablar español, con la meta de educarse para tener una vida mejor. Consiguió ser aceptado en el seminario, se graduó, estudió leyes, se hizo abogado, luego juez y luego gobernador del estado. En 1853 huyó del país perseguido por la dictadura de Antonio López de Santa Anna (un cabroncito de quien habría muchísimo qué platicar si no estuviéramos ocupados en esto, que es más importante). En 1854 Juárez colaboró en la preparación del Plan de Ayutla, sentando la base para una revolución liberal en México. En 1855 Santa Anna renunció y Juárez regresó al país. Los liberales entonces formaron un gobierno provisional, lo cual fue el inicio de lo que hoy llamamos La Reforma. En 1857 una rebelión de conservadores consiguió arrestar a Juárez, entonces vicepresidente. Juárez escapó y encabezó a los liberales en la Guerra de Reforma, un episodio lamentable en la historia del país, con harta sangre. En 1859 Juárez se aventó la puntada de confiscar las propiedades del clero, lo cual le valió tanto soporte de fuerzas regionales que un año después la balanza de la guerra se inclinaba de su lado. En 1861 Benito Juárez fue electo presidente de México. Ahora bien, todo esto sin contexto son sólo fechas y nombres, difícilmente una explicación de porqué se le guarda tanto cariño y respeto a Juárez, Benemérito de las Américas y todo eso. Resumiendo casi criminalmente, tratando de forzar una explicación compleja en un artículo de blog: el sistema político y económico entonces consistía en una élite de religiosos y militares que acaparaban esencialmente todo el poder y todo el dinero. Una élite corrupta, además: justamente la clase de Santa Anna. Juárez era un progresista: la obra de su vida fue la demolición de la élite y todos sus privilegios, y la instauración de una república democrática basada en la razón y la ley, con igualdad para todos, incluyendo a los indígenas (y no, no es que se haya conseguido del todo, así tan bonito, pero seguimos en eso). Los conservadores mencionados arriba eran, por supuesto, personajes interesados en mantener el status quo: la respetable Iglesia Católica Romana, los líderes de la milicia y en general la gente que tenía la sartén por el mango antes de la Reforma. Y sus amigos en el exterior, claro, que no cedieron sus privilegios fácilmente. Al asumir la presidencia y encontrar a la nación en bancarrota (la guerra con los gringos fue cosa cara), Juárez declaró una moratoria de pagos de la deuda externa. España, la Gran Bretaña y Francia se pararon de pestañas, naturalmente. Los dos primeros se alivianaron rápidamente, pero Napoleón III nos obsequió con la "intervención francesa" de 1862, cuya meta era el establecimiento de un régimen conservador supeditado a las órdenes de Francia. Ese año los mexicanos le atizamos duro a los franceses en Puebla (el 5 de mayo, por supuesto), pero al final perdimos la guerra y tuvimos a nuestro flamante emperador, Maximiliano de Habsburgo. Este señor tenía de hecho sus tendencias liberales, y hasta quiso, quizá inocentemente, "echarle la mano" a Juárez, ofreciéndole una vicepresidencia. En retrospectiva, si pretender que Juárez iba a participar en una monarquía, y una impuesta por extranjeros por si fuera poco, suena un poco estúpido, vaya, probablemente es porque lo fue. Gacho. En poco tiempo, y en parte gracias a presión de los Estados Unidos y Prusia hacia Francia, Juárez regresó al poder y sin más fusiló a Maximiliano, y envió sus restos de vuelta a su país. Juárez fue electo presidente por segunda vez en 1867, y de nuevo en 1871. En este tiempo se ocupó de levantar la economía del país, asegurar la efectividad del sistema electoral y de aplacar a disidentes como el notabilísimo Porfirio Díaz, quien se había lucido en Puebla pero nunca "se halló" en el régimen igualitario de Juárez. Benito Juárez murió de un ataque al corazón en 1872, trabajando en su escritorio en Palacio Nacional. Y yo, que empecé diciendo que mi propósito no era contarle la vida de Juárez, quiero proponerle una idea que tengo, a ver qué le parece. Personalmente, y sin atreverme a menospreciar la lucha de Juárez por la democracia, la repartición justa de la tierra y la soberanía nacional, siento que lo más importante que hizo, la principal razón por la cual se le debe todo el respeto y honor que se le da, y luego más aún, es la secularización del estado. Quizá suene menos que la instauración de una democracia efectiva, pero honestamente creo que la democracia no es posible sin una base laica y racional. Por supuesto, no pretendo negar el derecho de nadie de creer en lo que le venga en gana, pero sí creo que la religión debe mantenerse estrictamente fuera de la administración pública. Basta observar el efecto de las religiones con acceso al poder político (no hace falta mencionar en dónde pasa eso en el mundo, ¿verdad?) para apreciar en toda su magnitud el regalo de Juárez. Por ello, cuando otro estúpido se atreva a sacar de Los Pinos el retrato de Juárez, o cuando nos llegue la fiebre creacionista que hoy azota a los Estados Unidos (y nos va a llegar, téngalo por seguro, es sólo cuestión de tiempo), por favor acuérdese de este indio zapoteco y lo que hizo por su patria. Mi punto es: yo creo que toda iniciativa que apunte siquiera a incrementar el poder político de la Iglesia es extremadamente riesgosa, y creo también que hay un movimiento empujando activamente en esa dirección. Ojalá comparta mi apreciación y haga lo que esté en sus manos por mantener eso a raya. Vínculos: Benito Juárez en la Wikipedia en español (versión en inglés, más completa, hágame usted favor). Artículo sobre Juárez en Enigmatario. [21:10 - Actualización: bajando el tono del último párrafo. A veces me cuesta ser objetivo en algunos temas.] [Foto superior: monumento a Benito Juárez en la ciudad de Oaxaca, Oaxaca, México. Fuente: borya's photostream en Flickr (parte de su colección Oaxaca). Copyright © 2005 borya, algunos derechos reservados. El uso de esta fotografía está permitido bajo los términos de la licencia Attribution-ShareAlike como la publica Creative Commons. Foto inferior: mural en el Palacio de Gobierno de la ciudad de Xalapa, Veracruz, México. Fuente: siderevs' photostream en Flickr (parte de su colección Xalapa). Copyright © 2006 siderevs, algunos derechos reservados. El uso de esta fotografía está permitido bajo los términos de la licencia Attribution-NonCommercial-ShareAlike como la publica Creative Commons.] Etiquetas: historia Comentarios |
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