La Mengambrea

Sexo, UNIX y rocanrol
2006/02/21

Porno perverso - ¡únase a la diversión!

Entre 1964 y 1965 la organización "Citizens for Decent Literature, Inc." produjo el cortometraje Perversion for Profit. El filme, conducido por el "sobresaliente reportero de noticias" George Putnam, liga a la pornografía con la conspiración comunista y la decadencia de la civilización occidental. Es toda una joyita: es de notar la paranoia desatada, y esa actitud de amargura y odio presente en tantos moralistas—aunque yo lo recomendaría sobre todo porque contiene cualquier cantidad de porno sesentero, con viejas bien buenas y güeyes bien nalgones. Hey, hay que conocer al enemigo para poder combatirlo, supongo.

Como sea, hace un par de años un genial editor que se hace llamar Trafalgar creó un "remix" de esta película, titulado Come join the fun! Este es un trabajo de edición magistral, absolutamente brillante, que invierte 180° el mensaje de la película original. Si esto no es la obra de un genio no sé qué lo sea.

Vínculos: Perversion for Profit (ca. 1964-1965). Come Join the Fun! (2004). Ambos enlaces dirigen al estupendo Internet Archive, donde podrá ver o descargar los filmes en una variedad de formatos. No recuerdo dónde me enteré de esto, perdón por no dar crédito.

Perdón también a mis lectores que no puedan o quieran entender películas en inglés sin subtítulos. De verdad, mil disculpas. No estaría haciendo esto si no me hubiera impresionado tanto con esta obra.

[Foto: Cuatro cuadros del filme Perversion For Profit, el cual se encuentra en el dominio público.]

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Enlace permanente   - 19:04 - deje un comentario (hay 1)
Anonymous Anónimo dijo:
Por cierto, el empresario que financió la película original fue un tal Charles Keating. Ese güey es un ex-abogado y ex-banquero gringo que fue encontrado culpable de fraude en 1989, en un escándalo tuvo qué ver con los "thrifts" (instituciones de ahorro y préstamo, supongo que similares a las "cajas populares" aquí en México). Se dice que el fraude acabó costando 150 mil millones de dólares y fue un factor importante en la recesión del 90-91.

No deja de llamar la atención cuánta gente con esa pasión por dictar la moral y buenas costumbres del prójimo acaba siendo exhibida como farsantes deshonestos.

La mochería es quizá un síntoma de una mente crónicamente torcida.
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